LA VÍA NOCTURNA es la cuarta novela del escritor ecuatoriano
Nicolás Jiménez Mendoza. El universo que
aborda se nos revela impactante por la fuerza de sus personajes y el ambiente
que los circunda: hombres y mujeres reales cuyas luces y sombras han sido
construidos con el dramatismo que caracteriza la narrativa de este escritor.
El mundo bohemio que hubo en Quito en los años cincuentas y sesentas,
forjó personalidades y vocaciones, que son a su vez soportes del carácter y
modo de ver la vida de esa generación y su herencia posterior.
Es una novela que descubre ámbitos y callejones donde el lector puede
extraviarse, en el mundo de la noche, hasta dar con el lado escondido de la vida y de las cosas.
La aventura que narra “La Vía Nocturna”
lleva al lector a develar aspectos ocultos por el día y la mascarada de
la sociedad convencional, y al mismo tiempo a cuestionar su personal
entendimiento y comprensión de la bohemia.
En la “Vía” reconocemos al Quito que concurría a los antros del placer y
se escondía tras las sombras, al Quito que permaneció subterráneo, pero, a su
modo, contribuyó a la transformación vertiginosa del mundo de esa época.
Es la historia prohibida de los bohemios que desafiaban a las élites
pacatas e hipócritas de la ciudad, de esos peregrinos, buscadores de lo
inefable en cabarets cantinas y otros sitios de vicio y lujuria. Eran de todas
las clases sociales y algunos llevan, en la novela, sus nombres propios que
llegaron a ser memorables en esos círculos secretos.
El personaje principal es un transgresor que atraviesa una crisis
cayendo en el deshonor, el dolor y la muerte.
Tras las bambalinas de la prostitución los delirios del alcohol y la
felicidad de la fiesta hallamos la cruda verdad del drama humano.
La voz de Jiménez Mendoza, siempre desafiante del poder, de los
convencionalismos y prestigios que dan las apariencias, esta vez hace una gran
fisura en la visión romántica de la bohemia quiteña con el agudo cinismo y la
presencia de sus caminantes nocturnos.
La novela es una narración realista que, con lenguaje pulcro, logra
ubicarnos en célebres lugares de la bohemia con exactas dimensiones y detalles,
y percibir a quienes los frecuentaban con conmovedores detalles biográficos.
A la vez es un libro lleno de poesía y
encanto.
La “Via” es una gran fiesta cuya música suena permanentemente.
Sus páginas tejen un tapiz de la cultura popular que incluye los
ambientes marginales y delictivos de Quito que se relacionaban íntimamente con
la bohemia. Nos muestra la historia maravillosa de la noche quiteña, también de
una juventud libertaria que actuaba en el ángulo clandestino de la medianoche.
Ediciones Bernardo de Legarda
